sábado, 28 de abril de 2012

Un escaparate nos permite echar un vistazo al interior de la tienda, sin entrar en ella. Su función es destacar las características de las mercancías, solo de algunas. El número de productos a exhibir depende del tamaño del espacio y su selección se hace considerando los requerimientos de: ventas, mercadotecnia, tendencias, cultura y diseño. 


Un escaparate permite conocer una parte de lo que guarda la tienda, su historia, sus secretos, su razón de ser, su propuesta, además de persuadir una compra. Invitará al paseante a su interior para convertirlo en un potencial comprador y con el tiempo ayudar a transformarlo en un cliente. 
Su diseño requiere un trabajo arduo, planeado, que siga una línea constante acorde a las necesidades del negocio. 

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